sábado, 12 de mayo de 2007
Un poco de sopa de pollo para el alma
Por favor, tú que pasas por aquí: me gustaría que leyeras el texto (historia real) que viene a continuación y si solamente durante 1 segundo te da qué pensar, reenvialo a quién creas oportuno...¿no hay nada que perder,no? Simplemente si sigue surgiendo efecto se hará algo bueno, y en el peor de los casos no pasará nada con lo que el efecto mariposa se quedará quietecico.

Y un poquito de música; Black Eyed Peas "Let´s Get Retarded", pero el vídeo es de un personaje bastante odioso...; la mezcla es divertida :-) Ojala nunca hubieran existido razones para hacer un vídeo así...pero por desgracia las hubo...Riámonos de él, pobre diablo...

El amor y el taxista
El otro día, en New York, cogí un taxi con un amigo. Cuando nos bajamos, mi amigo le dijo al taxista:
- Le agradezco el viaje. Es usted un conductor estupendo.
Durante un segundo, el hombre se quedó atónito. Después reaccionó:
- Oiga, ¿me está tomando el pelo o qué?
- Nada de eso, amigo mío, no tengo intención de molestarlo. Admiro la tranquilidad con que se mueve en medio de semejante tránsito.
-Ah- farfulló el conductor, y siguió su recorrido.
-¿A qué venía eso? -pregunté.
-Estoy tratando de restaurar el amor en New York- me respondió mi amigo-. Creo que es lo único capaz de recuperar la ciudad.
-¿Cómo es posible que un solo hombre salve Nueva York?
-No es cuestión de un solo hombre. Creo que a ese taxista le he cambiado el día. Suponte que haga veinte viajes. Pues será amable con esos veinte pasajeros porque alguien fue amable con él. Ellos, a su vez, serán más cordiales con sus empleados, servidores o colaboradores, e incluso con sus respectivas familias. En última instancia, la buena disposición podría extenderse a un millar de personas por lo menos. No está mal ¿no te parece?
- Pero tú confías en que ese taxista transmita tu buena disposición a los demás.
- No estoy confiando en nada -respondió mi amigo-. Me doy cuenta de que el sistema no es totalmente seguro. Hoy puedo encontrarme con diez personas muy diferentes, si de entre esos diez puedo hacer felices a tres, finalmente podré influir en forma indirecta sobre las actitudes de tres mil más.
- Teóricamente suena bien-admití-, pero no estoy seguro de que en la práctica funcione.
- Si no funciona no se pierde nada. No perdí ni un minuto en decirle a ese hombre que estaba haciendo muy bien su trabajo. Ni le di una propina mayor ni una más pequeña. Y si mis palabras cayeron en oídos sordos ,¿que importa? Mañana habrá algún otro taxista a quién pueda tratar de hacer feliz.
-Oye, tú estás un poco chiflado -señalé.
- Tus palabras demuestran lo cínico que te has vuelto. Este asunto lo tengo estudiado. Lo que al parecer le falta a nuestros empleados de correos, aparte de dinero, por cierto, es que nadie les dice lo bien que están haciendo su trabajo.
-Pero si no están haciendo bien su trabajo.
-Si no están haciendo bien su trabajo es porque sienten que a nadie le importa cómo lo hacen. ¿Por qué no decirles una palabra que les anime?
En ese momento pasábamos junto a un edificio en construcción, donde cinco obreros estaban almorzando. Mi amigo se detuvo.
-Qué trabajo estupendo habéis hecho -señaló-. Debe de ser algo muy difícil y peligroso.
Los hombres lo miraron con desconfianza.
-¿Cuándo estará terminado?
-En junio-gruñió uno de ellos.
-Ah. Pues realmente, es impresionante. Debéis de estar muy orgullosos. Seguimos caminando y yo le señalé:
- No he visto a nadie como tú desde que leí el Quijote.
-Cuando esos hombres asimilen mis palabras se sentirán más felices y, de alguna manera, su felicidad será un beneficio para la ciudad.
- Pero, ¡esa no es una tarea para que la hagas tú solo! -protesté yo-. Al fin y al cabo, no eres más que un hombre.
- Lo más importante no es descorazonarse. Intentar que la gente de la ciudad vuelva a ser feliz no es tarea fácil, pero si puedo enrolar a más gente en mi campaña...
- Acabas de guiñarle el ojo a una mujer feísima -le señalé-.
-Ya lo sé -me respondió-. Piensa que si es maestra de escuela hoy sus alumnos tendrán un día fantástico.
by Art Buchwald (del libro "Sopa de pollo para el alma")

Esto sólo vende amor, que hoy en día está muy caro...
Simplemente decir a todo aquel que lea esto que me alegro mucho de haberle conocido porque gracias a que pasas por aquí se qué una sonrisa ha estado presente en mi....

Y ahora el vídeo:

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Esto fue el planeta de hoy visto por mi